Según
el discurso del relato de Genette, un relato puede ser considerado como tal, de
acuerdo a los elementos que intervienen en su composición como lo es el
discurso, los sucesos que se relatan y el acto que lo produce. Esta
variabilidad del relato lo lleva a una estricta diferenciación que fue
planteada por los formalistas, la cual trata al relato como el discurso o texto
narrativo que traza la disposición temporal, espacial y enunciativa de lo que
se cuenta, mientras que la historia indica el contenido narrativo o los
acontecimientos narrados que precisan lo contenido dentro del relato.
En este sentido, Genette observa que con la
distinción de estos términos se puede estructurar el análisis textual de
cualquier relato, este precisado no dentro del contenido, sino a partir del
estudio del discurso narrativo, o más bien, en una determinación de lo que se
expresa y posiciona entre la historia y la diégesis. Por ello, para el análisis
es preciso observar a detalle los problemas del relato que se presentan en tres
categorías (tiempo, aspecto y modo). Para esto en necesario comprender que las
tres categorías precisan de cuatro campos de estudio (Orden, Duración, Frecuencia
y Modo), los cuales tratan sobre el tiempo, así como las relaciones de este
dentro del relato junto a la historia y el discurso.
Para comprenderlo mejor es preciso que se tenga en
cuenta el estudio de la Duración, que se refiere a la disposición del plano
temporal de la historia dentro del plano del relato, o lo que se llama el tiempo
con el sub-tiempo. Esto se comprenderá a través de la velocidad narrativa que
fluctúa diferente de acuerdo al interior con el exterior del texto. Este
contraste de duraciones puede asimilarse en el Werther de Goethe, relato
epistolar que es contado a través de ciertas emisiones cuya frecuencia
histórica no es la misma todo el tiempo, pues la narración en primera persona
de Wether figura las entregas de un diario en donde apunta la fecha siempre
fluctuante e irregular y escribe los acontecimientos más importantes "4 de Mayo [...] 10 de mayo".
Entonces las relaciones del personaje son dadas ya
de por sí asincrónicamente, ya que el personaje ya está muerto. Y es que el
narrador hace desde el principio una entrega de las cartas y documentos del
occiso: "He reunido con el mayor cuidado todo cuanto he podido recoger relativo a la historia del desgraciado Werther...". Por otra parte, otra forma de asincronía se da en el relato, ya que
Werther ofrece sólo los fragmentos que ocurren durante el mismo día o días anteriores
(pues no escribe en el mismo momento en el que ocurren los eventos, además de
que no escribe sus relaciones todos los días pues suelen tardar días o
meses en salir "29 de junio [...] 5 de julio"). Entonces Werther siempre narra lo que le sucede en retrospectiva, aunque el
relato en relación a la historia narra la vida misma de este hombre a su vez en
retrospectiva.
Por su parte, el discurso es narrado a una velocidad
distinta, es lineal como si fuera una narración continua, sin embargo, la
relación de los escritos de Werther entre sí indica que la temporalidad entre
entregas es rauda, por lo que el tiempo transcurrido entre entregas pasa más
rápido, actuando como un fastforward o un avance en cámara rápida. A estos
momentos también llamados en cámara rápida se les podría atribuir el nombre de elipsis,
donde se omite un fragmento del relato aunque en realidad el tiempo avanza, tal y como sucede cuando se el protagonista se aleja de Carlota y regresa contando lo que le sucedió durante su viaje.
Genette, Gerard. Traducción parcial por Narciso Costa Ros
(1972) .El discurso del relato Ensayo de Método (orden, duración, frecuencia,
modo). Editions du Seuil:
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